EMILIO GOMEZ QUINTANA, POETA CANTABRO.
'Stay yet awhile! speak to me once again;(Poema Adonais de Percy B.Shelley)
Estos días de descanso navideño he vuelto a releer a Percy B.Shelley, sobre todo algunas estrofas del poema “Adonais”, sin duda uno de los más bellos de la poesía europea, dedicado por él a la muerte del igualmente extraordinario poeta romántico inglés, John Keats, fallecido en Roma en 1821, a los veinticuatro años y, a decir de Shelley en la introducción a la edición londinense de su poema,” a causa del dolor que le produjeron las mal intencionadas críticas vertidas en Inglaterra sobre su poema “Endymión”.
Decidí iniciar mi visita al poeta Emilio Gómez con el verso arriba escrito, no añorando su desaparición personal, por supuesto, sino deseando que siga residiendo felizmente en su pueblo Cabezón de la Sal, en Cantabria, lamentando que durante algún tiempo haya cesado de publicar sus poesías en la red, debido al agobiante trabajo que está realizando profesionalmente, imprescindible para seguir viviendo en esta terrible época de penuria laboral y económica que estamos padeciendo en nuestro país.
Tampoco el verso nada tiene que ver con que de mi crítica pueda deducirse irremediables consecuencias para la salud del poeta. Por el contrario, lo he elegido para enviarle un mensaje de ánimo con objeto de que nuestro querido y admirado poeta pueda reincorporarse con toda vitalidad cuanto antes a su trabajo poético y podamos recrearnos con su obra.
Siempre he pensado que nosotros somos el reflejo de algo. Somos seguramente un rapidísimo reflejo de una llama creadora, o un chispazo de vida bioquímica que se integrará en un tiempo dado en la inmensidad del espacio. Por eso no moriremos sino que seremos reflejados por lo que hayamos realizado en el corto relámpago de nuestra vida.
Habiendo leído con asiduidad las poesías de Emilio Gómez en la red y releído despaciosamente su obra, considero que su relámpago creativo durante treinta años ha merecido sobradamente mi dedicación a su lectura. Por ello, dado que ahora la publicación de su obra ha cesado por el momento, recurro a unos versos del poeta Charles Baudelaire (Spleen e Ideal – La musa enferma) para tratar de que su dedicación laboral no frene su creación poética:
Quisiera que exhalase un olor de salud
tu frente, siempre llena de sanos pensamientos,
que tu sangre corriera en efluvios normales
cual sones abundantes de sílabas antiguas,
en donde sólo reina el padre de los cantos,
Febo y el grande Pan, señor de los trigales.
Este cese momentáneo de su apertura a la red puede deberse por otro lado a esa ansiedad de silencio, de recogimiento personal que podremos observar a lo largo del recorrido de su obra, como puede leerse en los versos de uno de sus sonetos de “raíces del destino”:
Le robaré un minuto a la alegría
y después, como un quijote, vagando,
regresaré a mis cuarteles de invierno.
Entre las razones que me han movido a publicar esta reflexión sobre la poesía en la red quiero destacar que la principal es meditar yo mismo sobre los poemas publicados y profundizar sobre la repercusión de la materia poética que se me ofrece sobre mi propia personalidad. Las lecturas rápidas, unas veces me apasionan y otras me conturban, dependiendo de mi estado de ánimo. Por tanto, si realizo una reflexión general aclarando esa materia poética, lograré acercarme a mis amigos los poetas con el mensaje que firma Emilio en uno de sus sonetos de “Testamentario”:
Libre eres de quedarte o bien de irte
que aunque tú no querrás prestar oído
mis manos están aquí para escribirte.
La obra poética de Emilio viene a condensarse en su libro “Nace tu cuerpo en mis labios” que se desglosa en diez capítulos cuyo tema central es el amor hacia la mujer soñada. El poeta parte de la ”sombra de un sueño”, del amor imposible hacia la mujer amada que recuerda intensamente con un amor honesto y puro al cabo del tiempo, como se expresa en un pareado de “Cercos de sombra”:
A flor de piel en lápidas de acero
A flor de piel te quise y más te quiero
Conviene aquí precisar que, desde un punto de vista formal, su poesía es una búsqueda de las formas, que gusta investigar, desde el verso libre hasta el verbo medido, utilizando, pareados, cuartetos, octavas reales, romances y, especialmente sonetos, que domina con maestría, aunque él, en algún comentario, ha dicho:¨”soy autodidacta en todo, maestro en nada”.
La mirada en la poesía de Emilio viene a ser una contemplación de la vida real, tanto en el pasado como en el presente. No es ese mirar especulativo y metafísico que viene usándose desde los griegos. Sí en cambio me recordaría la mirada romántica de estos versos de Paul Géraldy (Poema El Umbral de Poemas de Amor y Románticos)
Sí, ahora eres digno de la vida.
Hasta ella te ha elevado
tu soñar doloroso de adolescencia, como
una oración que pide lo que ignora.
Me acostumbré a su ser
a su canción, a sus labios y a su voz
a su vida en mi vida, a su dulce mirada,
a sus gestos de niña traviesa,
a sus ojos y a su amor
Para luego convertirse en un sentimiento desgarrador y triste:
Después todo fueron recuerdos,
como un gran fuego abrasador,
devastador de sueños,
destruyendo silencios, afanes, pasión…
y al final evocar el amor a su amada:
Hoy no queda más
que unas pocas cenizas
que nunca volverán a arder.
En sus poesías suenan a veces ecos difusos de autores como Quevedo, Lope, Miguel Hernández, Mario Benedetti, Angel González, César Vallejo, José Hierro, José Angel Valente y León Felipe, lo que evidencia a un gran lector de poemas en las tardes y noches de su querida Cantabria.
El mismo manifiesta:
¿Adocenado? Nunca. ¿Fiel?, me callo.
Entre cegajoso y quevediano,
Soy terca torcedura del destino.
No sólo acaricia Emilio su palabra con rigurosa fonética y bien medida armonía, sino que se transparenta en sus versos un sentido musical de medida clásica, manifestando su desolación en uno de los sonetos de Testamentario:
soy canto mudo, triste ruiseñor
Pero la pérdida de su amor soñado, el vacío que le produce su ausencia definitiva y la incertidumbre de su realidad vital llega a desarmar su fortaleza y se sitúa al borde del abismo en su soneto autobiográfico:
Camino y no camino, voy y vengo,
y viendo siempre el vaso medio lleno,
al borde del abismo me detengo.
No hay pues, ahora, deslumbramiento sino desesperanza. Es una sensación total de tristeza y de añoranza que se respira en todas sus poesías. Hay soledades, hay vacíos, penumbras y noches solitarias de radio y de frío. Asi manifiesta en uno de sus preciosos sonetos encadenados:
Pasiones y ternuras ¿dónde estáis?
aunque bien fantasmales hoy seáis,
me sois tan necesarias como el pan.
Sus poemas tienen sensibilidad, pero esta sensibilidad no es exagerada; es más bien una expresividad triste, melancólica, pero siempre sujeta a la reciedumbre poética, sobreponiéndose el espíritu, etéreo y creativo al verso medido, a la palabra exacta.
En el capítulo Brevedades , sin abandonar nunca "la sombra de un sueño que soñara" (José Hierro) escribe unos versos escuetos muy bellos:
Como el viento
que mueve
las hojas de los árboles.
Como la brisa
que acaricia la suave y verde hierba.
Así somos…
tú, la hierba…yo el viento.
Algún tratadista ha dicho que existe un cierto acuerdo en que en la cultura española no predomina demasiado la especulación abstracta, la pura fruición en las esencias intemporales.
En mi opinión, en la cultura española sí existe el deslumbramiento etéreo, la materia poética inabarcable; lo que ocurre es que el desbordamiento del corazón del poeta es tan arrasador, que existe en los poetas españoles un temor a que su poesía no sea comprendida y por lo tanto aceptada por los lectores y tratan de matizar la presencia de su materia poética.
Esa quizás sea una de las razones por las que el poeta Emilio Gómez Quintana esconda su enorme sustancia poética, aunque no siempre lo logre como en este magnífico soneto de su capítulo" Raíces del destino" que me resisto a no publicar:
Cuarteles de invierno.
Dejaré para luego los asuntos
que me enturbian en esta madrugada,
pues no quisiera despertar por nada
ni a los vivos, ni menos a difuntos.
Querer y no querer van siempre juntos,
la calma en tempestad, la marejada,
mar sin olas, insomne noche ajada,
amores, desamores, ¡siempre juntos!
No hallaré mejor hora en este día
para andar mis miserias recontando
que este casi alba, que este casi infierno.
Le robaré un minuto a la alegría
y después, como un quijote, vagando,
regresaré a mis cuarteles de invierno.
Esta soledad, este recuerdo amoroso soñado que impregnan toda su obra, no impiden que descargue su humor, casi siempre ácido y muy inteligente, en numerosos versos. Como en las cuartetas “Veinte años + o –“
Con mucho gusto, y si por mí fuera
veinte años me borraba del alma,
pero ahora que lo pienso con más calma…
“si veinte años menos yo tuviera,
También ella de menos los tendría:
‘oh no, vaya faena, qué terquedad!
yo…apenas con su propia edad,
y ella…¡en pañales todavía!”
Pero este humor no le satisface, porque siempre está presente su amor perdido y cree humor lo que es realmente tragedia:
Vengan tormentas tórridas conmigo,
mil sapos y culebras, maldiciones,
y también, si existieran, cien dragones,
trágueme la tierra si no desdigo.
Incluso utiliza un lenguaje convencional para terminar el ciclo de su desesperanza. Así, dice en su soneto “Ya me cansé”
A partir de mañana seré un vago;
Del sofá ni de coña me levanto,
Con un vaso de vino, adiós al llanto.
¡Ah, este año los impuestos no los pago!
Quizás en una línea parecida a la de Valle Inclán en su famoso testamento:
Caballeros, salud y buena suerte,
da las últimas luces su candil´
ha colgado la mano de la muerte
papeles en mi torre de marfil.
La escasez crítica respecto a los poetas de la red contribuye, en cierta manera, a que los poemas publicados suelen salir perfectamente acabados, sin nada que descifrar, ni apenas una alusión encomendada a la cultura literaria del lector. Normalmente no se percibe ese deslumbramiento, esa ráfaga, ese destello creador en sus poesías. Con pequeñas excepciones, los comentarios que se dirigen los poetas de la red entre sí suelen ser laudatorios, muchas veces sin haber comprendido el sentido de la poesía elaborada. Estos comentarios se hacen con la idea de fomentar el ánimo de aquellos que publican y se piden inconscientemente respuestas recíprocas. Esto, por un lado, es positivo, porque ayuda a los creadores en su ánimo de integrar su trabajo en la red. Pero ocurre que, salvo en algún caso, una crítica veraz sobre la palabra escrita o una opinión personal veraz no son bien recibidas, aunque se emitan a través de las web para evitar que los demás lectores intervengan en la crítica realizada.
En la poesía de Emilio, en general, se destapa ese destello poético, como en el soneto
“Preguntas sin respuesta”
¿Qué razón argumentará el sentido
para justificar una traición?
¿Qué figura esculpió el punzón
en las eternas piedras del destino?
Esta breve reflexión sobre la poesía de Emilio Gómez Quintana que me he permitido la licencia de escribir en mi blog “Meditaciones y relatos” ha intentado, en primer lugar revisar sin ninguna metodología pero con ánimo esforzado las líneas poéticas que he leído en sus versos y en segundo lugar, hacer un ejercicio que pueda producirme el necesario estímulo para seguir avanzando en el análisis de la obra de mis poetas compañeros de red. Agradecería mucho recibir comentarios críticos sobre el mismo. Gracias anticipadas.
veinte de diciembre de 2009
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22 comentarios:
Estimado Fernando, yo soy muy mal crítico de mí mismo y como bien sabes mi mejor definición son unos versos de Leon Felipe: "Yo no soy nadie, nadie. Un hombre con un grito de estopa en la garganta y una gota de asfalto en la retina".
De todos modos y como éste ha sido tu deseo, respeto tu reflexión e incluso como amigo te lo agradezco, pero sin entrar en ninguna valoración que no es a mí a quien corresponde hacerla.
Tan solo agradecerte el tiempo que te has tomado y el cariño y respeto con que lo has hecho.
Muchas gracias y un fuerte abrazo.
Emilio.
Ya que usted me lo ha pedido, amigo Fernando, le haré una valoración a su escrito en cuanto disponga del suficiente tiempo.
Un fuerte abrazo.
Emilio creo que el análisis de Fernando crece sobre tus versos porque éstos lo merecen.
La poesía de Emilio es seria. Quizás sea un calificativo extraño para la red. Pero, precisamente en ese entorno, es en donde tiene un valor específico ese adjetivo.
El desarrollo de Fernado se desliza en un análisis que trasciende lo formal y resalta la soberanía de lo profundo en tus poemas.
Doy fe de ello. Quizás, para darse cuenta, baste con leer el soneto que Fernando ha trascrito entero.
Enhorabuena a los dos. Un placer esta lectura.
Laura
Querido Fernando:
Perdona mi tardanza en venir, pero, ya sabes... Navidades, esposa, hijas. nietos, Corte Inglés, regalos... ¡qué te voy a decir!...
Ser crítico sobre cualquier tipo de arte, es una difícil labor, yo desde luego ni lo soy ni siquiera lo intento.
Para ser crítico con dos personajes como vosotros, tanto tú como Emilio,hay que valer mucho y desde luego yo no estoy en ese caso.
Dicho esto y empezando por ti, he de manifestar que todo cuanto he leído en este post sobre Emilio, sinceramente me ha gustado, no sólo por lo bien que hilvanas toda su obra poética, sino porque me has hecho notar de él algunas circunstancias y situaciones de las que yo no me había percatado o por lo menos había pasado por ellas de puntillas. Creo que todo cuanto de él dices podría ser un excelente prólogo de un libro suyo de poesías.
En cuanto a Emilio te diré que, si siempre te da pena que desaparezca cualquier compañero bloguero, en cuanto a publicaciones se refiere, en el caso de Emilio lo he lamentado mucho más porque su poesía me encanta y no hacía mucho tiempo que lo había descubierto. Sus poemas, en muchos casos me parecen tristes y melancólicos, pero al mismo tiempo dulces y descriptivos de su realidad y en otros, socarrones y jocosos, haciéndote brotar una sonrisa en los labios.
Su técnica es excelente, cuidada, bien estudiada,laboriosa,milimétrica,
pero magníficamente ejecutada para que esas pequeñas tiranías de la medida, la rima y el ritmo en el verso, no desfigure o deprecie el valor de lo poético, consiguiendo combinar una y otra cosa con unos bonísimos resultados.
En cuanto a este blog tuyo, que desconocía su existencia, me parece muy interesante por cuanto puede servirnos de informativo e instructivo a todos cuantos vengamos a beber en estas aguas.
Os felicito a los dos y me enorgullezco de ser vuestro amigo.
Un fuerte abrazo para ambos.
Gracias por considerarme tu amigo en principio eso.
Bueno sabe que uno de los principios del poeta es sentir, y segundo es contemplar, tercero y fundamentar transmitir aquello que siente y tiene.
y creo que con estas palabras de silencio profundo das a conocer el sentimiento mas profundo del ser, aquello que nos hace ver la propia realidad como un sueño y un caminar en al son de la musica de cada rincon que habitamos, a veces el hombre cree vivir mucho, sin darse cuenta que vive tan poco y sin darse cuenta se descubre caminante del cosmos.
mi buen amigo seguimos en cotacto. pobre mi comentario pero intento decirte que eres lo mas.
Fernando has hecho un
maravilloso análisis
de la poesía de Emilio al que admiro profundamente.
Pero yo añadiré algo más,
la generosidad que tiene
en poner su talento a
disposición de los que
como yo queremos aprender
algo más sobre los versos.
Y aunque el no se lo crea
es un verdadero maestro.
Una gran labor la tuya que
llevas a cabo con cariño, respeto.
Te seguiré leyendo y te felicito por esta maravillosa idea.
Un abrazo fuerte.
P.B. SHELLEY
"nuestra más auténtica risa
está mezclada con algún dolor,
las más dulces canciones son aquellas
que dicen el más triste pensamiento" Pag.60
"Demasiado a menudo una palabra
es profanada para que la profane yo,
un sentimiento es demasiado
menospreciado para que tú lo menosprecies;
una esperanza es demasiado como
una desesperanza
para que la prudencia la asfixie;" pag.61
Analizaba yo, qué te inclinó después de leer "Adonais y otros poemas", a meterte en el análisis de la poesía de Emilio. Por eso, me has obligado a releer también por encima, este libro, de P.B. Shelley, que tan subrayado tengo.
Te diré que me ha gustado mucho la disertación sobre su obra, y tu inmersión en su "supuesta" personalidad... Lo queramos o no, creo que cuando escribimos, muy a pesar de la creatividad, entendida como "la inventiva" y del reflejo de los otros, traspasamos aunque no queramos parte de lo que somos, si no, lo que somos o quienes somos, directamente.
Desde luego me ha encantado cómo lo has hecho, aunque supongo que hacer el estudio de cualquier artista, debe llevar mucha más investigación. Pero bueno, un libro en las manos, más todo lo que nos dejó en la red, da pie a hacer muchos estudios, pues su obra es amplia, y él, o mejor dicho, su obra, muy diversa, como tú bien has dicho.
Si él es autodidacta, yo que soy autodidacta multiplicada por dos, y dividido por la ausencia de calidad de tiempo para haberme enriquecido más culturalmente, te diré que, no me siento capacitada para decirte si está bien o mal, o regualar. Sé decirte si me ha gustado, si lo he visto completo...
Y eso sí, te diré, que para mi, este estudio sobre nuestro amigo común, está lleno de encanto, y creo que está a la altura de los buenos escritores, como a ti te considero.
Este blog, promete ser muy interesante, he leído un poco más, y sólo espero poder volver, con cierta asiduidad.
Perdona, si me he retrasado en la respuesta.
Fernado, felicidades.
Y Emilio: es un placer.
Estimado Fernando, aunque me cuesta y me siento raro viéndome reflejado en palabras ajenas, después de releer tu entrada he de decirte que apenas cambiaría nada de la forma y fondo con que has analizado la mayor parte de mi poesía; tu análisis es preciso y certero: soy persona que va por el mundo como las olas y las ondas, ya en cresta, ya en valle, y justamente en los dos extremos es cuando se hace más latente mi creación poética, entre amores y desamores, romanticismos y tragedias se van deshilando mis versos, sin olvidar de vez en cuando esas necesarias gotas de humor, ironía y sarcasmo, las más de las veces por y contra mí mismo.
Me gusta el silencio y también la soledad, ambos me enriquecen, aunque a veces -las menos- me atormenten, que a pesar de una o mil caretas, uno también es humano.
Ciertamente como indicas, amo la poesía, en cualquier forma y medida, y me gusta investigarlas todas ellas y ver qué se puede encerrar en un soneto, en un romance o en un montón de cuartetas, o si no, dar rienda suelta al verso libre, aunque siempre con un cierto ritmo que lo haga sonoro y fácil de leer. De los sonetos, conservando su forma clásica, me gusta darles un aire de modernidad, encadenando palabras, versos, o poemas enteros, para evitar que canse su lectura aunque sean muchos seguidos.
De tu reflexión me gusta cómo has ido extractando algunos de mis versos, y lo has hecho con tu clásico buen hacer y buen saber, amigo, aunque me sienta un poco aturdido al verme apostillado por versos de tan insignes poetas como los que nombras en tu escrito.
En fin, Fernando, que como he leído en algun comentario de esta entrada, parece una introducción o prólogo a una antología o a un libro, así que cuando edite estos poemas en forma de libro te contrataré como prologuista, o tal vez no, porque entonces brillará más el prólogo que el resto del libro (ves, ya me salió la vena irónica).
Creo que te ha quedado a la vez serio y ameno, y por lo tanto, te animo a que sigas con ese empeño, además de agradecerte sinceramente el trabajo realizado, tu cariño y tu respeto hacia mi persona.
Un fuerte abrazo y gracias por tu amistad.
Emilio.
Bueno, bueno, bueno... De oca a oca y tiro porque me toca, por no decir (alguno no me deja, aunque lo sea) de maestro a maestro... que eso son ambos protagonistas, Don Fernando y Don Emilio.
Ayer mismo, día de navidad, entregando este invento del "amigo invisible", llegó a mis manos desde familiar desconocido y etéreo, una antología poética de Fco. Rico "Mil años de poesía española" donde no están todos, donde faltan poetas que publican en estas páginas, ricas páginas, de internet. Como no me toca decir ni mu de Ontiveros y sí de Gómez, diré que, a continuacón de la página 1559, dedicada al velenciano Carlos Marzal, no existe soneto alguno que con máxima sapiencia escribe nuestro cántabro, a lo que, sin dilación, solicitaré a Francisco Rico para su próximo volumen.
Sirvan estos versos de Cadalso y Vázquez para solicitarle al de Cabezón regreso, eso sí, con la demora oportuna que crea su persona:
"Unos pasan, amigo,
estas noches de Enero
junto al balcón de Cloris,
con lluvia, nieve y hielo..."
Esto hago, esperar junto al mirador...
Ahora, Don Fernando, darte las gracias por hacerme partícipe de todo esto y mandaros, a ambos dos, unos cariñosos abrazos, que no besos, porque os pincharía con mis barbas.
Hola, Fernando:
¿Que decir? Si tú eres el experto en estas lides.
Lo has dicho todo, además con sobradas razones, el poeta y la poesía analizada son merecedores de todos los elogios.
Saludos.
A mi me gustan los textos cortos, pero me empeñé y leí, y ante tantos comentarios tan inteligentes, yo sólo dejo un saludo y un deseo: ¡¡Feliz año 2010!!, desde México.
Llegué aquí desde el blog de Paco Alonso.
No hay mucho para agregar, tanto el poeta como el crítico son gustosos de leer...
A Emilio lo sigo desde mis primeras intervenciones en la red, es un verdadero placer cada una de sus palabras, confieso que me gustan más sus sonetos, pero toda su obra es un verdadero deleite...
Fernando, muy buena la idea de pasear por las letras de nuevos poetas, ya me anoto para seguirte, a ver que descubrís por ahí...
Un saludo desde Buenos Aires
Fernando, un gusto llegar por aquí. En mi opinión y sentir la Crítica es absolutamente necesaria para el arte, en ningún caso entendida como verdad ni como juicio, ni como poder (que todo siempre es una interpretación y la obra en si misma si es tal, no requiere de especulaciones ni argumentaciones)si no como ejercicio recíproco y solidario, aprendizaje mutuo, energías que dinamizan, educan y difunden.
Tu labor en este blog me parece valiosa y necesaria, referirse a la obra de un otro a través de la propia creación (la crítica lo es), es un enlace fructífero para el artista, para el crítico y para el lector/público.
La palabra arte, la palabra poesía yo me la tomo con mucho, mucho respeto. El oficio, la búsqueda estética, la dedicación en cuerpo y alma a lo largo de toda una vida no es una cuestión liviana y por eso cuestiono fuertemente cierta tendencia a tomarse estos asuntos con una actitud facilista y simplona: muchos/as escribimos pero de ahí a autodenominarnos Poetas, siento hay un abismo. Lo mismo en las otras disciplinas del arte. La crítica precisamente ayuda a discernir al respecto.
Te dejo un abrazo fraterno desde el confín austral.
EN ÉSTAS, LAS ÚLTIMAS HORAS DE 2009, TE DESEO A TI Y A TODOS LOS TUYOS TODA LA FELICIDAD Y ALEGRÍA DEL MUNDO. QUE TE ACOMPAÑE DURANTE TODA TU VIDA, QUE TE DESEO INFINITA EN EL TIEMPO, LA ALEGRÍA Y LOZANÍA DE ESTA MÚSICA.
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
Estoy de acuerdo en lo que dices que las críticas en la red suelen ser laudatorias , lo malo es que si se hacen críticas que no lo sean te rechazan el comentario o se ponen de mal humor.No admiten críticas ni para mejorar de estilo. Parecen Narcisos mirándose en el espejo. Ya me tiene pasado. Lo cual no hay quién lo entienda, Porque todo el mundo debería de agradecer una crítica cosntructiva. Por otro lado,lo que tú dices, que no leen realmente lo que tienen delante y comentan superficialmente, hay escritos buenos que pasan de largo, porque en la red lo que menos abundan son lectores pacientes.Casi todos pululan de un ladp para otro jugando más con las imágenes y echando una ligera mirada que con la árida lectura, es lo que tiene la generación del zapping y las videoconsolas consumidoras de adrenalina.
saluditos y ¡ feliz 2010!.
hola fernando vengo desde el blog de Alodia me gusta tu blog ,saludos cordiales desde Uruguay
Emilio, qué bueno es encontrarlo en tu post, qué generoso y exacto.
Felicitaciones a los dos.
Un abrazo.
Alicia
Interesante y valiente.
Un abrazo, les seguire con interés.
Aunque tarde he dado con este blog, a tiempo para disfrutar de lo que aquí se dice y, espero, a tiempo de poder leer a un poesta que, imagino, se retira temporalmente de publicar poemas en este medio.
Fernando pides comentarios a tu estudio de la obra de Emilio. A Emilio no tenía el gusto de conocer ( casi me siento aturdido por ello después de leer lo que de él has escrito) pero , por otra parte, yo no estoy cualificado más que para decirte que lo que aquí has escrito me ha gustado y así lo he querido dejar patente.
Y aprovechando el título del trabajo "Breve reflexión sobre la poesía en la red" decir que me ha sorprendido la calidad de poesía que aquí estoy leyendo ( y calidad me refiero siempre desde una mirada puramente sensitiva, no crítica)
Un fuerte abrazo, al mismo tiempo que agradezco que alguien como tú haya visitado mi blog y haya dejado una opinión en él.
Buenos textos y muy bien documentados. Te felicito.
Estimado Fernando:
Ésta es, sin duda, una de las mejores entradas que he leído en la red.
Últimamente no suelo comentar, pero leo "en silencio" y disfruto enormemente cuando descubro joyas como ésta, y tus dos anteriores. Máxime, cuando pienso que es exhaustiva y certera -Emilio, aunque no te comente por total y absoluta falta de tiempo, te leo siempre que publicas- e imagino el tiempo que le has dedicado.
Es un auténtico lujo contar con alguien como tú en la red.
Enhorabuena, de corazón.
Y un fuerte abrazo.
S.
Distinguido Fernando:
Tú me encontraste en la red, y yo encontré en tu web, una manera muy especial de ver/analizar las poesías.
Creo que a partir de ahora apreciaré mucho más lo que quiere expresar el poeta y por supuesto leer más, ya que la poesía está ligada a la música.
Sigue adelante, en esta hermosa aventura poética.
Te invito a unirte a mi red:
http://mirthafacundo.ning.com/
Donde hay un sub grupo llamado "reflexiones" donde puedes compartir un poquito de lo que tienes con nosotros.
Saludo fraterno.
Mirtha Facundo
http://colegioamadeusmozart.blogspot.com/
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